lunes, 30 de mayo de 2011

Metafisica

La metafísica es una rama de la filosofía que se encarga de estudiar la naturaleza, estructura, componentes y principios fundamentales de la realidad.
El nombre metafísica (deriva del griego μεταφυσική, que significa "más allá de la naturaleza") proviene del título puesto por Andrónico de Rodas a una colección de escritos de Aristóteles. Esto no implica que la metafísica haya nacido con Aristóteles, sino que es de hecho más antigua, dado que hay casos de pensamiento metafísico en los filósofos presocráticos. Platón estudió en diversos Diálogos lo que es el ser, con lo que preparó el terreno a Aristóteles de Estagira, que elaboró lo que él llamaba una “filosofía primera”, cuyo principal objetivo era el estudio del Ser en cuanto tal, de sus atributos y sus causas.
En la Edad Media, se dio el debate sobre la distinción y orden de jerarquías entre la metafísica y la teología, en especial en la escolástica. La cuestión de la distinción entre metafísica y teología es también omnipresente en la filosofía moderna.
La tradición moderna ha dividido a la metafísica en: Ontología, o ciencia del ente en tanto ente, que se correspondería a la llamada Metafísica General, y tres ramas particulares: "Teodicea" (también llamada Teología Natural o Teología Racional), "Psicología Racional" y "Cosmología Racional". Esta clasificación, que fue propuesta entre otros por Christian Wolff, ha sido posteriormente discutida, pero sigue siendo considerada canónica.
La metafísica aborda problemas centrales de la filosofía, como lo son los fundamentos de la estructura de la realidad y el sentido y finalidad última de todo ser, todo lo cual se sustenta en el llamado principio de no contradicción. La metafísica tiene como tema de estudio dos tópicos: el primero es la ontología, que en palabras de Aristóteles viene a ser la ciencia que estudia el ser en tanto que ser. El segundo estudio es el de la teología, o también llamada “filosofía teológica”, que es el estudio de Dios como causa última de la realidad. Existe, sin embargo, un debate que sigue aún hoy sobre la definición del objeto de estudio de la metafísca, sobre si sus enunciados tienen propiedades cognitivas.
La metafísica estudia los aspectos de la realidad que son inaccesibles a la investigación científica. Según Immanuel Kant, una afirmación es metafísica cuando afirma algo sustancial o relevante sobre un asunto ("cuando emite un juicio sintético sobre un asunto") que por principio escapa a toda posibilidad de ser experimentado sensiblemente por el ser humano. Algunos filósofos han sostenido que el ser humano tiene una predisposición natural hacia la metafísica. Kant la calificó de "necesidad inevitable". Arthur Schopenhauer incluso definió al ser humano como "animal metafísico". Martin Heidegger ha replanteado todos los asuntos metafísicos introduciendo en ellos una transformación radical que necesariamente tiene que tomarse en cuenta.

La metafísica pregunta por los fundamentos últimos del mundo y de todo lo existente. Su objetivo es lograr una comprensión teórica del mundo y de los principios últimos generales más elementales de lo que hay, porque tiene como fin conocer la verdad más profunda de las cosas, por qué son lo que son; y, aún más, por qué son.[5]
Tres de las preguntas fundamentales de la metafísica son:
  1. ¿Qué es ser?
  2. ¿Qué es lo que hay?
  3. ¿Por qué hay algo, y no más bien nada?
No sólo se pregunta entonces por lo que hay, sino también por qué hay algo. Además aspira a encontrar las características más elementales de todo lo que existe: la cuestión planteada es si hay características tales que se le puedan atribuir a todo lo que es y si con ello pueden establecerse ciertas propiedades del ser.
Algunos de los conceptos principales de la metafísica son: ser, nada, existencia, esencia, mundo, espacio, tiempo, mente, Dios, libertad, cambio, causalidad y fin.
Algunos de los problemas más importantes y tradicionales de la metafísica son: el problema de los universales, el problema de la estructura categorial del mundo, y los problemas ligados al espacio y el tiempo.

Lo que es decisivo para distinguir los diferentes tipos de metafísica es el concepto de ser. La tradición distingue dos tipos de enfoques esencialmente diferentes:

Concepto unívoco de ser
Según este enfoque, “ser” viene a ser la característica más general de diferentes cosas (llamadas entes o entidades). Es aquello que sigue siendo igual a todos los entes, después de que se han eliminado todas las características individuales a los entes particulares, esto es: el hecho de que sean, es decir, el hecho de que a todas ellas les corresponda ser (cfr. diferencia ontológica)
Este concepto de ser es la base de la “metafísica de las esencias”. Lo opuesto al "ser" viene a ser en este caso la esencia, a la cual simplemente se le agrega la existencia. En cierto sentido no se diferencia ya mucho del concepto de la nada. Un ejemplo de ello lo dan ciertos textos de la filosofía temprana de Tomás de Aquino (De ente et essentia).

Concepto analógico del ser
Según este enfoque, el “ser” viene a ser aquello que se le puede atribuir a todo, aunque de distintas maneras (Analogía entis). El ser es aquello, en lo que los diferentes objetos coinciden y en lo que, a su vez, se distinguen.
Este enfoque del ser es la base de una metafísica (dialéctica) del ser. El concepto opuesto a ser, es aquí la nada, ya que nada puede estar fuera del ser. Se entiende aquí a ser como espacio lleno. La filosofía tardía de Tomás de Aquino nos brinda un ejemplo de esta comprensión de ser (Summa theologica)


Video sobre Metafísica:

Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/Metaf%C3%ADsica

No hay comentarios:

Publicar un comentario